domingo, 19 de abril de 2009

EL OTRO LADO DE LA RED- WEB 2.0

A pesar de sus grandes ventajas, la Internet participativa combina mal con la preservación de la intimidad por parte del usuario

La Red evoluciona hacia cada vez mayores grados de participación, con un funcionamiento cada vez más sencillo e intuitivo y con la comunidad de usuarios como elemento central. Este proceso presenta su lado oscuro, como por ejemplo la cesión de numerosos datos personales y profesionales a empresas como Yahoo! o Google, con los evidentes riesgos para la intimidad que esto conlleva.

Más comodidad, menos intimidad

Web 2.0 es el nombre que el 'gurú' Tim O'Reilly inventó para designar a la última evolución técnica de Internet, que permite más comunicación entre los usuarios gracias a diferentes servicios entre los que se encuentran los blogs, los wikis y los sitios web que facilitan compartir diferentes contenidos: direcciones favoritas (del.icio.us), fotos (Flickr), vídeos (YouTube) o noticias (Digg, Menéame).

La Web 2.0 ofrece soluciones para compartir casi cualquier contenido digital pero también presenta desventajas. En algunos casos, el usuario pierde el control de sus creaciones en favor de las empresas que prestan el servicio. Aunque O'Reilly sostenga que la persona "controla sus propios datos", esto sólo sería cierto en algunos casos, pero no en todos.

Un consumidor tiene la libertad de decidir qué contenidos publicar en una web, pero una vez que están dentro del servicio, en muchos portales se pierde parte del control sobre la información aportada.

El consumidor tiene la libertad de decidir qué contenidos publicar en una web, pero una vez que están dentro del servicio, pierde parte del control

Un ejemplo se encuentra en las condiciones de servicio (la famosa letra pequeña) del portal para compartir vídeos YouTube, por las que se concede a la empresa estadounidense una licencia mundial gratuita, que a su vez puede transferir a quien quiera, para distribuir y realizar obras derivadas del vídeo enviado por el usuario. Lo mismo sucede en las comunidades de blogs MySpace y MSN Spaces.

Cesión de datos personales e información

Sin embargo, no sólo se trata de que algunas de las empresas Web 2.0 se atribuyan automáticamente el permiso para manejar según sus intereses los contenidos recibidos, sino que el verdadero peligro reside en el uso que las compañías pueden realizar de los datos que guardan de cada persona, por mucho que las empresas prometan honestidad.

La Web 2.0 consigue información desde el mismo momento en que el usuario se registra con su correo electrónico, y cuando los consumidores suben a estos servicios sus direcciones favoritas de Internet, sus fotografías personales, sus opiniones o sus vídeos, dejan al descubierto sus gustos y preferencias, su forma de pensar; desvelan quiénes componen su circulo afectivo.

Se llega al extremo de que en Gmail, el correo electrónico de Google, una máquina rastrea el contenido de los mensajes, es decir de la correspondencia privada de cada usuario, para mostrar anuncios publicitarios relacionados con lo escrito.

En Gmail, el correo electrónico de Google, una máquina restrea de los mensajes para mostrar publicidad relacionada con lo escrito

¿Son las aplicaciones web ofimáticas seguras?

Por otro lado, las herramientas de ofimática (procesadores de texto, hojas de cálculo) de la Web 2.0 se manejan simplemente con una conexión a Internet, y en estos casos cabe la opción de utilizar el ordenador sólo como forma de acceso a la aplicación remota.

Como consecuencia, los archivos (documentos de trabajo, cartas personales, currículos, etc.) pueden dejarse guardados en el servidor de la empresa que ofrece la herramienta ofimática, y el almacenaje de la información, junto a los de muchos otros usuarios.

Esto conlleva por un lado la seguridad de tener una copia de ciertos documentos a salvo de fallos en las terminales (ordenadores personales o dispositivos portátiles), pero también puede llegar a suponer, si no se toman las debidas precauciones, un riesgo para la intimidad del usuario o de su empresa.

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